COMPLICACIONES SENTIMENTALES DEL PENDEJO

Aquella tarde soleada de un Junio de 2011 me fije cuando estaba solo, nos quedamos solitos por pocos días y me dejaste. Pues a los unos días me conseguí dos cusqueñas. Me pediste que volvamos, te acepte pero no deje a ellas.

A los pocos meses, un martes primero de mayo me trasnoche con una Ccatqueñita, futura Economista, en mi habitación de Ucchullo pensando que estabas en Canchis.
Un mes después me fui Con otra Ccatqueñita que en el futuro será una Obtetriz y de la Andina.

Al fin me recordé de ti, te llame ya no me quisiste contestar. Pues no me amargue sino trate de frecuentar con las dos cusqueñas que aun siguen en mis brazos.

Tres semanas después me fui con tu amiga, otra Canchina, de Antropología, nos emparejamos en la oscuridad por varias noches y el único testigo fue su propia habitación ubicada en las laderas del aquel cerro Cuzqueño.

Después de semanas también me fui en busca de otra mientras que otra de Antropología me quiso afanar, trate de desviar, lo logre.

Paralelamente frecuenté con las cusqueñitas y ahí apareció una más de Antropología, es una Jeronimiana, otra que quiere revertir los hechos de hace tres años e intenta otra vez navegar en el caudal de mis sentimientos.

Pero todavía me quedan dos Cuzqueñitas al parecer por el tiempo ya lo tomaron en serio, como decidirme por una de ellas y a la vez deshacerme de las dos que están demás. Mi problema hoy en día es eso, no eres tú.